En este Blog podran ver varios de mis cuentos que posteo permanentemente en los Talleres De Escritura de Psicofxp y Foro Metrópolis. Espero que los disfruten tanto como yo. See Ya!!!

27 marzo 2006

33 - Perdidos En La Oscuridad


Gracias.

Gracias por haber hecho a un lado tus pensamientos y sentimientos, y haberme dejado entrar.

Gracias por haberme permitido recorrer torpemente el sendero de tu piel.

Gracias por intentar.

Aunque sé que en realidad, no estabas intentando, sino que te estabas mintiendo.

Pero no te culpo, porque yo también lo hago.

Y es porque me siento triste y solo.

Por eso te insistí, sabiendo que no querías.

Porque no quería hacerte daño, simplemente quería intentar ser algo para vos.

Pero no tengo suerte.

Ni vos tampoco.

Somos dos desamparados bajo en frío, dos vagabundos caminando sobre vidrio molido, buscando en los lugares donde las flores no crecen justamente eso: una flor.

No deberíamos extrañarnos por tener las manos vacías.

El amor no es eso en lo que estas pensando, no es como lo estas deseando.

Te lo digo porque yo también creía que era así cuando lo vivía imaginando.

Por eso ese estúpido se parece al sol pero se siente como la lluvia.

Porque no es verdadero.

No es nada.

Te hace brillar tus ojitos con su presencia, al mismo tiempo que desata una tormenta de dolor dentro tuyo, inundándote el alma, ahogándote el corazón.

Aunque te duela, deberías alejarte de él, dejar de buscarlo.

Pero vos intentas e intentas.

Sabés lo que eso significa pero igual querés un poco de su atención.

Y después el abismo…

Quizá algún día te liberes.

O quizá no.

Quizá tus manos no sean libres de tocar a otra persona nunca más.

Quizá sean eternas esclavas de su cuerpo.

Y pensar que él vale tan poco…

Y lo sabes…

Pero bueno, yo no puedo hacer nada.

Los sentimientos no se fabrican.

Y vos sólo sentís simpatía por mí.

Como todas las mujeres en mi vida: sólo simpatía hacia mí.

¿Tan poco valgo?

¿Tan insignificante soy?

¿O es sólo cuestión de tiempo?

¿Será verdad el “ya va a llegar, ya la vas a conocer”?

Ya… no… puedo… ni… saber… quien… soy.

Y te puedo asegurar que no soy el único que preferiría quedarse ciego cuando se mira en el espejo y ve a un completo extraño.

Un extraviado.

Un inconexo.

Un pobre tipo.

¿Dónde estará ella ahora?

¿Estará, al igual que yo, buscando el amor desesperadamente en cualquier cuerpo que se le cruza por delante?

Ojalá que no.

Es tan vacío y triste…

Quizá ella esta viviendo ahora la semana que viene, aburrida del hoy tan vacío, tan trivial, tan incomprensible.

Y se imagina que la semana próxima me encontrará en una calle.

Y el tiempo se detendrá…

Y sonarán los violines y…

No se…

Estoy tan cansado de imaginarla…

Si me pongo a pensar, sin duda es su despertar el que me conmueve mas imaginar.

Porque es un día nuevo que empieza.

Otra oportunidad de encontrarla…

Jajaja, perdoname.

Estaba hablando de vos y terminé hablando de mí.

Es que, en si, vos y yo nos parecemos.

Sin duda.

Y nos parecemos en algo muy triste:Somos dos almas tristes.

Llorando.

Perdidos, en la oscuridad.

21 marzo 2006

32 - El Momento De La Unión

“Sólo me río por fuera.
Mi sonrisa es superficial.
Si ustedes pudieran ver que
en realidad estoy llorando,
se unirían a mi llanto”
The Joker en Batman


Un androide en una playa.

Un robot embarazado.

La chica del trapecio.

La mamá de Bartolo.

El tímido amarrete.

El humorista por excelencia.

El emperador solitario.

Una úlcera sangrante enamorada.

El Señor Muerte.

Una remera ausente.

Un pianista atareadísimo.

Una ranita invisible.

Un buitre comiquero.

Una mariposa mamá.

La cazadora de sueños.


Nicknames.

Nombres.

Personas.

La gente del Taller.

Algunos cerca, otros lejos.

Cerca, lejos.

Como yo.

En las reuniones puedo hablarles, estrecharles las manos, verlos.

Pero siento que si parpadeara bien fuerte, ustedes desaparecerían.

Y sus voces serían como el halo de perfume que dejan las chicas hermosas al pasar por mi lado en la calle, y yo me quedaría fascinado, pero triste porque se alejan.

Cada vez más.

Y en realidad, el que esta lejos, dentro de mi cabeza, soy yo.

Por eso quizá los siento como un gran eco.

E imagino que sus vidas son mejores que la mía, maravillosas, felices, perfectas, como dientes de león flotando en el aire.

Y yo estoy en el suelo, dando saltitos, intentando agarrarlos (pero con cuidado, para no romperlos).

Pero mis piernas son débiles.

Entonces me recuesto en mi cama, abrumado.

Y lloro.

Lloro porque me gustaría poder sentirlos cerca, que no se alejen.

Que nos tomemos de la mano y demos vueltas y nos mareemos y caigamos al piso, riendo.

Todos unificados en una risa.

Juntos.

Uno solo.

Pero eso es un sueño hermoso, como todo en mi vida.

Sólo un sueño.

Pero hay algo dentro de mí, que se llama corazón.

Y él no se rinde.

Y no me permite rendirme.

En cada latido, impulsa torrentes de esperanza por mi sangre.

Entonces me levanto, y escribo.

Y en ese momento, me doy el descanso de sonreír.

Porque sé que ustedes también lo harán.

Detendrán sus maravillosas vidas unos instantes para escribir.

Quizás al mismo tiempo.

O no.

Lo importante es que hay un momento en el que todos vamos corriendo hacia la misma dirección.

El momento de la unión.

El momento en el que nos miramos a los ojos, sin saberlo.

Y sonrío, feliz.

Porque al fin puedo alcanzarlos, al menos un momento.

Entonces leo la lista de palabras, y escribo el cuento:


Es triste que no sepas que recuerdas, en realidad.

Que nada se olvida.

Que los recuerdos son como tesoros escondidos por piratas del tiempo.

Pero vos siempre andas ocupado en otras cosas.

Que la corbata tenga bien en el nudo, cosas por el estilo (muchísimas).

Pero no sos feliz, se te ve en los ojos.

Porque los ojos hacen algo más que ver.

También reflejan el alma.

Y yo se que tenés una por ahí, traspapelada en tu escritorio de gerente de La Fundación.

Ojalá pronto el fin de la eternidad de tu ceguera ocurra, y te des cuenta que no hay razón para seguir con ese Proyecto.

¿Por qué la tragedia de La Tierra tiene que ser la tragedia de La Luna o Saturno, también?

Abrí los ojos, por favor.

Arrancate tu discurso de “Satisfacción Garantizada”.

Y agarrá una pala y desenterrá tus recuerdos.

Y miralos fijamente.

Y cuando veas las cosas hermosas que soñabas hacer, vas a mandar al diablo las corbatas y agendas.

Te lo aseguro.


Ahí esta mi cuento.

Y es para ustedes.

Para que nos tomemos de las manos y demos vueltas y nos mareemos y caigamos al piso, riendo.

Todos unificados en una risa.

Juntos.

Uno solo.


15 marzo 2006

31 - El Escritor De Bestsellers




Oi me lebante felis.

Mui comtemto.

Es ke la bida me somrie.

Mi livro yeba bendidas simcuemta miyones de copias em todo el mundo.

Jamas imajine algo aci.

Sho ciempre sonie con cer um escritor famozo.

Pero la seniorita Laura em la primaria me retava por mis faltas de hortografia, i mis conpanieros se vurlavan de mi, i eso me ponia triste.

Pero cuamdo bolbía a casa, amtes de irme a dormir, le pedia a Diocito ke me ashudara a cer um escritor.

Al prinsipio, pence ke no me keria ashudar.

Porke cuando mi papa se jue al cielo, sho tube ke dejar la escuela, y salir a travajar para ashudar a mi mama a darle de comer a mis ermanitos.

Emtomses, pence ke numca iva a escrivir vien, que numca iva a cer escritor.

Pero igual sho no estava enojado con Diocito, porke mi avuelita ciempre desia ke el numca se ekibocava, i ke ci uno se porta vien, el ciempre te ashudaba.

Aci ke sho le resava todas las noches.

Asta ke um dia me lo cunplio.

Me lo acuerdo a la perfesion, esas cosas no se olbidan:

Sho avia comceguido trabajo como empleado de limpieza en Canal Nuebe, i un dia estava avurrido i me avia centado en el piso a escrivir en un cuadernito ke ciempre yebava en el volsiyo.

En una desas, aparese el duenio del canal, el Cenior Adad, y me dise, enojado, que que estava aciendo en bes de trabajar.

Sho me asuste todo, porke pence ke me rajavan, i como no savia ke aser, le dije la berdad, ke estava escriviendo una nobela en mi cuadernito.

El me miro como si sho lo estubiera cargando, pero después me bio la lapisera i el cuadernito, i me pidio ke se lo pasara.

Sho no keria, por mis faltas de hortografia, pero como no keria que se enoje mas, se lo di.

El se puso a ojearlo, i cuando mas lo leia, mas imteresado paresia.

Cuamdo termino, me dijo ke lo acompaniara a su ofisina.

I ai enpeso todo.

Se iso mi reprecemtamte, mando a coregir las faltas de hortografia cuamdo termine la nobela, i le puso titulo.

¡I aora soi famoso!

Sino, fijence en esta critica de la rebista Rolins Touns (la trascrivo tal cual esta):

No alcanzan las manos para aplaudir al libro “Un Hombre Negro en el Pueblo Blanco”, de Balbino Villalonga.Es una verdadera obra maestra de la literatura moderna.La crítica ácida de las ceremonias hipócritas de la alta sociedad; la mirada perpleja de un hombre tratando de entender el espectáculo infernal del capitalismo mundial; el miedo que acecha su alma al temer convertirse en un monstruo insensible por el mundo que lo rodea, y la descripción onírica de su amor con Sabrina, la chica del culto secreto “El Signo Amarillo”; todos los elementos que utiliza el escritor en esta novela son inagotables.Un libro imperdible que ya figura en el puesto 1408 de los más influyentes del siglo, según la Universidad de Harvard.

¿Bieron?

¿Limdo, no?

Aunke creo ke no emtemdieron el livro.

Sho avlava de un cartonero ke se enamora de una chica con plata y que tiene una vanda de roc.

Me parese ke esajeraron.

Pero el Señor Adad dise ke esta todo vien, i sho le creo.

Fue mui vueno commigo.

Esta felis por el esito del livro.

Asta ce conpro auto nuebo. Mui limdo.

Pero vueno, lo inportamte es ke cunpli mi suenio.

I sho i mi familia sha no pasamos anvre.

¿Ben porke estoi felis?

¡Ke mas puedo pedir!


07 marzo 2006

30 - Hartazgo Nro 1




¿Saben que?

Estoy podrido.

Harto.

Cansado de tener que hacer cuentos con palabras que no me gustan.

Quemarme la cabeza para lograr que encajen a martillazos las frases dentro de un rompecabezas imposible.

Ya no lo veo como un desafío, sino como algo frustrante.

Y más aún porque no gano.

Benditos ustedes, que postean sus cuentos sólo por el placer de escribir.

Yo no puedo hacerlo.

Yo necesito crear un mundo perfecto, una maravilla que deje a todos con la boca abierta.

Esa es mi satisfacción.

Pero estoy cansado de fracasar ronda tras ronda.

Mis neuronas necesitan descansar.

Por eso, a partir de ahora, cuando no me guste una lista de palabras, la voy a cambiar.

Porque esto ya no da para más.

Me va a dar un infarto si sigo así.

Demasiada angustia y frustración.

Pero bueno, no nos desviemos de tema.

Les decía que voy a cambiar las frases a mi gusto.

No sé que resultará de esta experiencia.

Espero lograr lo que yo tanto deseo.

Un cuento chiquito, hermoso y perfecto.

Como las canciones de 3 minutos.

Porque ya estoy harto de tener los dedos hinchados de tantos martillazos.

Bueno, vamos a cambiar las palabras:

Luna Plateada = Luna Llena

Divididos Por La Felicidad = Separados Por La Desgracia

Luz Del Alma = Ilumina Mi Alma

Acariciando Lo Áspero = Acariciando Tu Piel

Besos Por Celular = Interminables Charlas Por Teléfono

Ala Delta = La Pluma Del Ala De Un Ángel

Mejor No Hablar De Ciertas Cosas = Hablar De Lo Que Sea

Heroína = Cigarrillos Y Alcohol

Listo.

Bueno, aquí voy:

Vos estas en Buenos Aires, yo en Francia.

Separados por la desgracia.

Vos cuidando a tu mamá con cáncer, yo vagabundeando por calles parisinas que antes se veían maravillosas cuando las recorríamos juntos, y ahora son un laberinto de lágrimas.

Recuerdo cuando encontramos una pluma de paloma, blanquísima, y yo la levanté y te dije que era la pluma del ala de un ángel, y que era una buena señal, un indicio de que Dios protegía nuestro amor. Y después te hice cosquillas en la panza, y vos te moviste como loca porque no te gustan las cosquillas, pero igual te matabas de la risa y me besabas, y yo sentía que el cuerpo se me desvanecía…

Y ahora sólo espero los sábados a la noche, el horario que arreglamos para hablar, y no puedo evitar llorar por sentirte tan lejos y tan cerca al mismo tiempo.

Y me aferro a esas interminables charlas por teléfono, sin importarme que esté gastando una fortuna, y que en cualquier momento me echen porque ya debo un mes de alquiler.

Te extraño tanto…

Por eso no puedo parar de hablar de lo que sea con vos, porque tu voz ilumina mi alma, es un pedacito tuyo, una gotita de lluvia que me moja los labios desde el otro lado del océano.

Y cuando cuelgo, ya me siento de vuelta en el laberinto de lágrimas.

Y me quedo en mi habitación mirando la luna llena por la ventana, con cigarrillos y alcohol por doquier, tratando de dormir.

Y poder soñar que estoy acariciando tu piel, que te estoy haciendo el amor, y que todo es perfecto.

Porque mi lugar en el mundo son tus brazos, mi amor.

Son tus brazos.

Bueno, me gusta mucho como quedó.

Aunque me pregunto porque él no la acompaño a Buenos Aires.

¿Tiene un cargo importante?

No creo, porque si fuera así, no le importaría las llamadas ni tendría problemas de alquiler y…

Ufffffffffff

¿Vieron?

No hay caso.

No tengo paz.

01 marzo 2006

29 - Carmen Sandiego





Así se llamaba la chica que se había mudado al vecindario cuando yo tenia 12 años, y de la cual estaba perdidamente enamorado.

- ¿Por qué le dicen “La Mansión Maníaca” a mi casa? – me preguntó, en nuestra primera charla.

- Porque los antiguos vecinos eran un irlandés borrachos que solían correr desnudos por las noches.

- Jajaja.

Su familia era un grupo de mexicanos alegres, que trabajaban de mariachis, y se la pasaban ensayando gran parte del día, para fastidio de mi padre, coronel de marina retirado.

- Malditos inmigrantes – decía furioso – Deberían enseñarles disciplina antes de dejarlos pisar nuestro país.

A pesar de su desagrado, yo me la pasaba todo el día con Carmen, oyendo a su familia ensayar.

Aunque, en realidad, lo que mas me importaba era estar con ella.

- Tu padre sí que es cascarrabias – me dijo un día, riéndose mientras escuchaba sus insultos.

- Ni lo dudes. Si no fuera por mi madre, él ya se hubiese mudado a alguna colina silenciosa. Tu familia le pone los pelos de punta con las canciones.

- ¿Crees que algún día le agrademos?

Yo me puse firme como un soldado.

- ¡Imposible misión, señor! – respondí, fingiendo seriedad.

- Si tu padre te ve, te mata – dijo, muerta de risa.

Lamentablemente, un día volví a hacerlo.

Y me vio.

No me mató.

Pero me hizo algo peor.

- ¡Nunca mas! – me dijo, con la mirada gélida - ¿Escuchaste? ¡Nunca mas volverás a juntarte con ellos! ¡Lo juro!

A partir de entonces, me mantenía encerrado en mi habitación, vigilándome permanentemente.

Sólo salía para ir a la escuela, a la cual él mismo me llevaba; y como era respetado en todo el pueblo, había convencido a los maestros de que no me permitieran verme con Carmen.

Y así fue.

También consiguió que todo el barrio odiara a su familia, al punto que un día decidieron mudarse.

- ¡Al fin! – dijo en la cena, el día de la mudanza, victorioso y satisfecho – Basta de ese horrendo estertor sónico, jajajaja.

Sin poder soportar mi furia, le dije a mi madre, pero mirándolo a él:

- No se cómo pudiste casarte con este monstruo.

Obviamente, me dio la paliza de mi vida.

Creo que no me mato simplemente porque mi madre me quito de sus garras.

Esa noche, acostado en mi cama, mi cuerpo me dolía enormemente.

Pero mas mi alma.

Y era por Carmen.

No volvería a verla.

Y así estaba sufriendo, cuando una sombra entró por mi ventana, y se acercó en puntas de pie a mi cama.

Era ella.

- Oh... – dijo dulcemente – Estas todo golpeado.

- Sobreviví al combate mortal gracias a ti – dije tímidamente – Pensé en tu sonrisa, y eso me hizo soportar los golpes.

Carmen sonrió, y se saco el collar que siempre llevaba consigo. Me lo puso en el cuello.

- Ese engranaje de metal que tiene era del reloj de mi abuelo. Cuando él murió, el reloj se detuvo. Es muy valioso para mi, y quiero que lo conserves, para que nunca me olvides.

- Jamás podría olvidarte – le dije, tomándole la mano.

Escuchamos pasos acercarse a la habitación. Ella me beso en la boca, y salió rápidamente por la ventana.Cuando mi padre entró, yo miraba como un bobo la ventana.

- Se fueron – dijo burlonamente – Así que si tenias la fantasía final de despedirte... ¡Puf, se terminó!

- Mi única fantasía final es que te mueras – respondí, completamente ausente.

Apenas me recuperé, me metió en un colegio militar.

Pero no me importo.

Mi reloj también se había detenido.