En este Blog podran ver varios de mis cuentos que posteo permanentemente en los Talleres De Escritura de Psicofxp y Foro Metrópolis. Espero que los disfruten tanto como yo. See Ya!!!

17 noviembre 2005

02 - La Bestia


Corrí la cortina y observe. La patrulla caminaba lentamente, con las armas en la mano, mirando hacia todos lados. Estaban nerviosos. Comenzaba a anochecer. Volví a la mesa y me senté. Intente comer algo, pero no puede. Pensaba en Paula. Por lo menos pudo tomar el último tren de medianoche. Está a salvo, lejos de este infierno. En el televisor, los noticieros seguían repitiendo lo mismo que hace tres días:

“Siguen sin explicación las siete extrañas desapariciones en El Bestiario”

Apagué el televisor. Estaba harto de la cantata de los diablos de la prensa, siempre contribuyendo a generar más pánico.Me recliné en la silla, y di un suspiro de cansancio.

- Es gracioso – pensé – ahora somos nosotros los que estamos en cautiverio.

Aunque no debería extrañarme. Nosotros creamos a esas bestias para nuestra diversión, para caminar viendo las jaulas como bobos los domingos, mientras comemos pochoclo y les sacamos fotos con los celulares. Años atrás, una novia que tuve me pido ir. Al principio me negué, pero al final me convenció. Me arrepentí siempre de haber ido. Todavía recuerdo perfectamente el odio en sus miradas, sus gritos de furia, el olor de sus cuerpos atroces…Creo que esperaron pacientemente este momento, y ahora será difícil detenerlos.

Me levante para ir a dejar mi plato en la cocina, pero un ruido me detuvo. Venia del piso de arriba. Era el ruido de un vidrio al romperse. Inmediatamente, escuche que alguien caminaba. Me dirigí al estudio y agarre mi rifle de caza.Subí las escaleras, e inmediatamente sentí el olor. Las huellas de pies embarrados iban al interior de mi cuarto. Me acerque lentamente, y lo vi. Estaba frente al espejo. Tenia puesta una de mis mascaras de teatro, y se movía de una forma extraña, tocando el espejo y la mascara, como tratando de entender algo. La piel le cambiaba permanentemente de color, como un calidoscopio.

- Es El Camaleón – me dije a mi mismo, en voz baja.Pero la bestia me escuchó, y me miro fijamente. Sin dudarlo, le di un disparo en el pecho. El Camaleón cayó al piso, y la mascara se le salió del rostro. Estaba muerto.

- Una bestia menos – dije

Dejé el rifle en la cama, y cuando me proponía a ir a llamar a la patrulla, un golpe me detuvo. Caí al piso, y sentí un fuerte dolor. Me miré, y tenía el pecho bañado en sangre. Entonces lo vi. Era El Gato Negro. Se acerco al cuerpo del Camaleón, y los ojos se le llenaron de lágrimas. Tal vez, al estar en los umbrales de la muerte, lo aluciné, pero pude escucharlo. El Gato habló, y le habló al cuerpo muerto del Camaleón.

- Te has ido amigo – dijo – Tú, el que susurraba en las tinieblas de nuestra prisión, soñando con la libertad. Y ahora que por fin la conseguiste, esta bestia te la quitó.

Después se acerco a mí, y me mostró sus garras, por primera y última vez.


1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

HOLAAA SR MILES...
BUENO QUE PUEDO DECIR ANTE TAMAÑO ESCRITOR...USTED SABE QUE ESCRIBE MUY BIEN.
ACUERDESE DE LOS POBRES CUANDO SEA FAMOSO Y GANE UN OSCAR...
AQUI LO ESTAREMOS MIRANDO CON OJITOS VIDRIOSOS...
GRACIAS POR FIRMAR MI FLOG!!!
Y OJO CON MADAME BUTTERFLY

CUIDATE
BESITOS CON ALAS...

7/3/06 1:52 p. m.

 

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