En este Blog podran ver varios de mis cuentos que posteo permanentemente en los Talleres De Escritura de Psicofxp y Foro Metrópolis. Espero que los disfruten tanto como yo. See Ya!!!

18 enero 2006

16 - De Cuando Mis Días Eran Un Deja-Vú




… yo planeaba estudiar filosofía, y él me alentaba en fabulosas charlas hasta la madrugada.
Me levanto de la mesa, y le digo buenas noches, te quiero mucho papá, sin decírselo, simplemente acariciándole el pelo y mirándolo a los ojos. El me toma la mano con cariño, y también sin decirme nada me dice hasta mañana hijo, que duermas bien.
Hasta las palabras, el sonido de nuestras voces duele ya.
Nuestra vida de antes y la de ahora son tan disímiles...
Antes no existía el no, lo imposible, lo indefinible. Todo sueño era posible de alcanzar, una meta a llegar.
Ahora los sueños son mi sustancia adictiva, mi bastón, el río en donde nado con todas las fuerzas de las que soy capaz, yendo bien lejos de las realidad, buscando el lugar en donde quedaron mi sonrisa y las de mi familia, nuestras vidas llenas de luz.
Y así me duermo, agarrando fuerte La Caja De Pandora, acariciándola con cariño, susurrándole mis deseos a su único y hermoso contenido, antes tácitamente presente en mi vida, y ahora a flor de piel, invocándolo a los gritos en cada respiro de cansancio, en cada jornada de trabajo, en cada dolor por las astillas en mi corazón.

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- Otra vez sopa – pensé, mirando el triste plato humeante. Pero decidí tragármelo rápidamente junto con la protesta. Sin duda no era el único en la familia sintiéndome mal por eso, para qué pegar en la herida.
En la mesa, el silencio era tan grande y espeso que se podía agarrarlo, abrirlo al medio, y buscar en él las causas de su creación, pero era demasiado triste volver a ver los destinos enredados que nos llevaron a la pobreza.
Habíamos hablado y sufrido demasiado por ello, y ya no se podía regresar atrás, ni siquiera a buscar los buenos recuerdos, porque el camino estaba lleno de vidrios, de astillas del tiempo.
“¿Crees que estas astillas de nuestras manos se irán arrastrando por dentro del cuerpo hasta clavarse en nuestros corazones?” escribió Bukowski una vez, y pienso que la respuesta es sí.
Miro mis manos, lastimadas al igual que las de papá por las doce horas de trabajo en la obra, y el dolor en la cintura se hace más fuerte.
Miro su rostro, cansado, triste, y siento las astillas en mi corazón.
Mamá nos da un beso en la frente a él y a mí, y acompaña a Clara y Martín, mis hermanitos, a sus cuartos, a contarles cuentos de hadas y príncipes, y ellos dormirán con una sonrisa, algo que yo hace rato no siento en mi rostro.
Vuelvo a mirar a papá, que tiene la mirada perdida, y sé que esta noche tampoco hablaremos de Sócrates, de Platón y de Nietzsche, como hace un año atrás, cuando yo planeaba estudiar filosofía…


1 Comments:

Blogger · Anastasia · said...

posteate una foto tuya.. para saber quien esta detras de esas lindas palabras

20/1/06 11:36 p. m.

 

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