En este Blog podran ver varios de mis cuentos que posteo permanentemente en los Talleres De Escritura de Psicofxp y Foro Metrópolis. Espero que los disfruten tanto como yo. See Ya!!!

07 febrero 2006

22 - El Voyeur







Todo estaba listo.

Era la Gran Noche Gran.

Durante el verano, las publicidades habían establecido la competencia. Los canales habían mostrado sus armas, jugado sus mejores cartas para llegar a este día, el día histórico en la televisión argentina.

Adrián Suar había convencido a los directivos del 13 de comprar los derechos de “Operación Triunfo”, y apostar en grande: que los entrenadores vocales de los chicos sean Whitney Houston y Phil Collins, que en el primer programa Cristina Aguilera y Justin Timberlake aparezcan en vivo para saludar a los participantes, que Marley siga siendo el conductor del programa, y, por supuesto, que Maradona forme parte del jurado.

Por el lado de Telefé, Marcelo Tinelli había retornado, bombos y platillos mediante, con “Videomatch”, y planeaba inaugurar el programa con una versión de “We Are The World”, cantada por un coro de chicos con sida, Bono de U2, y las Madres de Plaza de Mayo, todos con una remera con la inscripción: I Love Zimbabwe.

Daniel Hadad, siempre creyéndose original, había reclutado a Mirtha Legrand y a Susana Giménez para hacer “Cenando con Sú y La Chiqui”, y para el debut de esta noche, los invitados eran Silvio Soldán y Silvia Suller, que iban a reconciliarse en vivo y en directo.

América TV no apostaba a las figuras de primer nivel, pero sí a la entrega de grandes sumas de dinero: Gerardo Sofovich iba a ser el conductor de “Guillermo Tell y el Millón de Pesos”, un programa en donde un grupo de padres tenían la misión de acertarle con una flecha a una manzana en la cabeza de sus propios hijos. El ganador se llevaba un millón de pesos.

Por último, Canal 7 competía con un retorno para fanáticos: “Cha Cha Cha”, con Alfredo Casero, Diego Capusotto, Fabio Alberti, y todo el equipo entero de la primera época.

La euforia y la expectativa eran inmensas, tanto en los canales como en los hogares argentinos.

En Ibope, había personal extra desde hacia dos días.

En los cinco canales, perfectamente sincronizados entre sí en cuenta regresiva, cronómetros indicaban que faltaba un minuto para las 22:00, la hora señalada.

Todos se acomodaban en sus posiciones, pedían retocarse el maquillaje, se mordían las uñas.

Maradona terminaba de decidirse por una remera con la inscripción: “Yo Dios, Pelé Cristo”, en vez de una que decía: “Por Las Nenas”.

Mirtha se abanicaba, y le daba pequeños sorbos a una copa de champaña.

Susana se miraba en los monitores, para ver si se le notaba mucho la gordura.

Suar caminaba de un lado para el otro, rezando su plegaria personal: “Padre Golden Rocket que estás en el cielo, santificado sea tu Poliladron…”

Tinelli repasaba rápidamente las preguntas que tenía que hacerle a Bono, que lo miraba extrañado, sorprendido por el tamaño de su cabeza.

Sofovich pegaba un grito a todos en el estudio para que se callaran, mientras bromeaba con su abogado lo lindo que seria que un flechazo le parta la cabeza al gordito pecoso de lanús oeste.

Y Casero hablaba con Capusotto acerca si el fainá es más rico en la Estación Once o en Constitución.

Faltaban diez segundos. Todo estaba listo.

Marley, Tinelli, Susana, Mirtha, Sofovich y Casero miraban a las cámaras, y se preparaban.

Pero ninguno se imaginaba lo que estaba por suceder.

3… 2…1… ¡AIRE!

Justo en ese momento, en algún lugar de Capital Federal, un hombre apretó un botón, sonriendo maliciosamente. La señal se cortó en los cinco canales.

- ¿Qu-que pas-pasó? ¿Que pasó? ¡¿Que pasó?! – gritaba Suar.

- ¡Buenas noooooches Ameeeeerica! – saludaba Tinelli.

- Carajo, mierda – protestaba Mirtha.

- ¡Averiguá ya mismo que corno es todo esto! – le decía Sofovich a su asistente, agarrándolo de las solapas del traje.

- ¿El faina de Retiro… lo probaste? – preguntaba Casero.

Los teléfonos sonaban sin parar. La gente llamaba enfurecida, desconcertada.

El hombre esperó unos segundos, y apretó play en la consola de video.

Las pantallas se pusieron negras, y el tema “No Way Out”, de los Stone Temple Pilots, comenzó a sonar, al mismo tiempo que unas palabras en color blanco aparecieron:

VOYEUR TV

En los estudios de los canales y en los hogares se quedaron en silencio. Los teléfonos dejaron de sonar.

Apareció la primera imagen: Pamela David en la ducha de su casa, enjabonándose delicadamente.

- Son operadas esas lolas, se nota – dijo Mirtha.

- Está para matarla – dijo El Diego.

- ¿Es una jodita, muchachos? En serio… díganme… - preguntaba Tinelli, desconcertado.

Las siguientes imágenes mostraban a Daniela Cardone, Yesica Cirio, Natalia Oreiro, Luisana Lopilato, Araceli González (El Chueco recordó viejas épocas) y Silvina Luna también en la ducha.

El hombre en el estudio se relajó en su silla, y tomó un vaso de whisky.

- Ahora viene lo bueno – dijo.

Hubo un fundido en negro, y la siguiente imagen mostraba a Florencia De La Ve haciéndole sexo oral a Maradona, que tenía una corona de oro puro en la cabeza, y la remera de River Plate puesta. Después se veía entrar a Suar con una peluca rubia, vestido de colegiala, y diciéndole al Diego: “Soy tuya, Diegote, soy tuya”.

En el estudio todos miraron a suar y al 10, que estaban más pálidos y blancos que una línea de merca.

- Good blowjob – pensaba Bono – Really good.

Otro fundido en negro, y ahora se lo veía a Soldán pegarse el peluquín con Poxi-Ran, antes de salir a “Feliz Domingo”. Silvia Suller estalló en su carcajada característica, mientras La Chiqui Legrand se desmayaba al verse a sí misma en la pantalla, sentada en el inodoro de su casa, yendo de cuerpo, mientras leía la revista Paparazzi.

- Yo sabía que Dios me iba a castigar – se decía tristemente Hadad, agarrándose la cabeza – Yo sabía.

El próximo en aparecer fue Tinelli, que hablaba con Claudio Villarroel:

- ¿Es necesario que les dé un beso a los sedosos, che? – le preguntaba Marcelo – Me da asco.

- Y si, Marce, te hace ver más humano – le contestaba Villarroel.

- Y bue, todo sea por el rating – decía Marcelo, resignado.

Silencio de ultratumba en el estudio de Telefé.

- Chicos…chicos… ¡era una jodita para Videomatch! – dijo Tinelli, riendo nerviosamente.

- Están hasta las manos – dijo Sofovich, riendo, pero se pudo serio inmediatamente al verse en la pantalla, en un diálogo con la gente del COMFER:

- Gerardo, es ilegal, estas poniendo en riesgo la vida de los chicos con el juego de la flecha.

- Muchachos… muchachos… - decía Sofovich, acariciando un gatito – ¡Si se mueren es mejor, da mas rating! Esta todo planeado… Además… no sería la primera vez que matamos por el éxito, jejeje.

Los del COMFER estallaban en carcajadas, y se guiñaban los ojos con Gerardo.

- Es trucado – decía Sofovich en el estudio, sudando – No hay pruebas.

Por último, apareció la imagen de Casero, que se clavaba un acido entero, se vestía de Caperucita Roja, y cantaba “Wannabe”, de las Spice Girls frente al espejo de su casa, bailando.

- Está bueno para un gag, che – le decía Capusotto, en el estudio del 7.

- ¿Viste? – respondía Casero – Pero tiene que ser un poco más corta la pollera.

Las imágenes dejaron de aparecer, y el hombre apretó otro botón. Las señales volvieron a los canales.

- The Show Must Go On – dijo el hombre, sarcásticamente.

En los cinco canales, todos estaban inmóviles. Nadie sabia que hacer. Los teléfonos volvieron a sonar sin pausa.

- Eh… bueno… después de este pequeño inconveniente… - comenzó a decir un nervioso Marley.

- ¿Estamos en el aire? – preguntó una desorientada Susana.

En América cerraron la transmisión. Gerardo iba directo a Ezeiza.

- Lo cantaste bien, gordo, en serio – le decía Fabio Alberti a un preocupado Casero, por su entonación en el tema de las Spice Girls.

- ¡Buenas Noooooches Ameeeeerica! – Saludó Tinelli.