En este Blog podran ver varios de mis cuentos que posteo permanentemente en los Talleres De Escritura de Psicofxp y Foro Metrópolis. Espero que los disfruten tanto como yo. See Ya!!!

21 marzo 2006

32 - El Momento De La Unión

“Sólo me río por fuera.
Mi sonrisa es superficial.
Si ustedes pudieran ver que
en realidad estoy llorando,
se unirían a mi llanto”
The Joker en Batman


Un androide en una playa.

Un robot embarazado.

La chica del trapecio.

La mamá de Bartolo.

El tímido amarrete.

El humorista por excelencia.

El emperador solitario.

Una úlcera sangrante enamorada.

El Señor Muerte.

Una remera ausente.

Un pianista atareadísimo.

Una ranita invisible.

Un buitre comiquero.

Una mariposa mamá.

La cazadora de sueños.


Nicknames.

Nombres.

Personas.

La gente del Taller.

Algunos cerca, otros lejos.

Cerca, lejos.

Como yo.

En las reuniones puedo hablarles, estrecharles las manos, verlos.

Pero siento que si parpadeara bien fuerte, ustedes desaparecerían.

Y sus voces serían como el halo de perfume que dejan las chicas hermosas al pasar por mi lado en la calle, y yo me quedaría fascinado, pero triste porque se alejan.

Cada vez más.

Y en realidad, el que esta lejos, dentro de mi cabeza, soy yo.

Por eso quizá los siento como un gran eco.

E imagino que sus vidas son mejores que la mía, maravillosas, felices, perfectas, como dientes de león flotando en el aire.

Y yo estoy en el suelo, dando saltitos, intentando agarrarlos (pero con cuidado, para no romperlos).

Pero mis piernas son débiles.

Entonces me recuesto en mi cama, abrumado.

Y lloro.

Lloro porque me gustaría poder sentirlos cerca, que no se alejen.

Que nos tomemos de la mano y demos vueltas y nos mareemos y caigamos al piso, riendo.

Todos unificados en una risa.

Juntos.

Uno solo.

Pero eso es un sueño hermoso, como todo en mi vida.

Sólo un sueño.

Pero hay algo dentro de mí, que se llama corazón.

Y él no se rinde.

Y no me permite rendirme.

En cada latido, impulsa torrentes de esperanza por mi sangre.

Entonces me levanto, y escribo.

Y en ese momento, me doy el descanso de sonreír.

Porque sé que ustedes también lo harán.

Detendrán sus maravillosas vidas unos instantes para escribir.

Quizás al mismo tiempo.

O no.

Lo importante es que hay un momento en el que todos vamos corriendo hacia la misma dirección.

El momento de la unión.

El momento en el que nos miramos a los ojos, sin saberlo.

Y sonrío, feliz.

Porque al fin puedo alcanzarlos, al menos un momento.

Entonces leo la lista de palabras, y escribo el cuento:


Es triste que no sepas que recuerdas, en realidad.

Que nada se olvida.

Que los recuerdos son como tesoros escondidos por piratas del tiempo.

Pero vos siempre andas ocupado en otras cosas.

Que la corbata tenga bien en el nudo, cosas por el estilo (muchísimas).

Pero no sos feliz, se te ve en los ojos.

Porque los ojos hacen algo más que ver.

También reflejan el alma.

Y yo se que tenés una por ahí, traspapelada en tu escritorio de gerente de La Fundación.

Ojalá pronto el fin de la eternidad de tu ceguera ocurra, y te des cuenta que no hay razón para seguir con ese Proyecto.

¿Por qué la tragedia de La Tierra tiene que ser la tragedia de La Luna o Saturno, también?

Abrí los ojos, por favor.

Arrancate tu discurso de “Satisfacción Garantizada”.

Y agarrá una pala y desenterrá tus recuerdos.

Y miralos fijamente.

Y cuando veas las cosas hermosas que soñabas hacer, vas a mandar al diablo las corbatas y agendas.

Te lo aseguro.


Ahí esta mi cuento.

Y es para ustedes.

Para que nos tomemos de las manos y demos vueltas y nos mareemos y caigamos al piso, riendo.

Todos unificados en una risa.

Juntos.

Uno solo.